750 gr de
fresas grandes o fresones
4 naranjas
grandes (Un kilo, más o menos)
100 gr de
azúcar
100 ml de
agua
150 gr de
chocolate para fundir
100 gr de
nata
1 C.S. de
vainilla
30 gr de
mantequilla
4 hojas de
gelatina
Elaboración:
- Preparamos una confitura ligera con las naranjas. Para ello las lavamos muy bien las pelamos a lo vivo (vea aquí una demostración de lo fácil que es hacerlo. Ah, no se deje impresionar por las primeras imágenes, los fantasmas son inofensivos. De todas formas hágalo sobre un cuenco para "recoger" el zumo). Reservamos la piel de una de las naranjas, a la que quitaremos cuidadosamente la parte blanca.
- Ponemos en un cazo los gajos y el zumo que hayamos recogido al pelarlos, la piel limpia y picada en brunoise (juliana muy fina) y el azúcar. Añadimos el agua y hervimos a fuego suave durante 20 minutos removiendo de vez en cuando.
- Trituramos con la batidora para obtener un "puré" ligero y dejamos reposar. Vamos a necesitar unos 500 ml de esta confitura, si hemos conseguido menos se puede completar con un poco de zumo extra. (Esta confitura debe hacerse con tiempo de antelación suficiente, mínimo un par de horas o incluso la noche anterior, para que la confitura repose).
- Lavamos muy bien las fresas, elegimos las más grandes y parejas y las cortamos longitudinalmente en rebanadas finas y lo más iguales posible. Reservamos los "restos".
- Untamos ligeramente con mantequilla el interior de un molde y forramos sus paredes con los triángulos de fresa. Si es necesario cortamos un poco la base de estos triángulos para que quede recta.
- Rellenamos el molde hasta media altura de los triángulos con fresas troceadas, aprovechando también los restos de cortar los triángulos. Reservamos.
- Hidratamos las hojas de gelatina durante cinco minutos en un poco de agua fría, y mientras se hidratan ponemos a fuego bajo la confitura de naranja.
- Cuando esté caliente, pero sin dejar en ningún momento que hierva, escurrimos las hojas de gelatina y las agregamos, removiendo bien para que se disuelvan.
- Dejamos entibiar un poco y vertemos en el molde sobre las fresas, dejando un espacio como de un par de centímetros sin rellenar.
- Llevamos al frigorífico y dejamos hasta que la gelatina cuaje: dos o tres horas como mínimo.
- Preparamos entonces la cobertura: troceamos el chocolate y lo ponemos en un cuenco.
- Calentamos a fuego suave la nata en un cazo hasta que rompa a hervir y la vertemos sobre el chocolate, dejando reposar cinco minutos sin tocarlo.
- Removemos entonces con una espátula hasta mezclar perfectamente. Añadimos una cucharada sopera de esencia de vainilla, mezclamos bien y añadimos la mantequilla a temperatura ambiente y cortada en pequeños dados, removiendo para que se disuelva y se mezcle bien.
- Dejamos entibiar ligeramente y cubrimos con esta ganache la gelatina de fresas, que debe de estar bien fría, y dejamos nuestro timbal en el frigorífico otro par de horas.
- Al servir, decoramos con un "copete" de hojas de fresa.